08 DE NOVIEMBRE DÍA DEL IDIOMA QUECHUA



Se declara como "Día del Idioma Quechua o Runa Simi" el 8 de noviembre de cada año-CUZCO.

Por Javier Otazu - EFE Reportajes, 05/11/2010



El quechua "muere de vergüenza"


El quechua pierde terreno en su propia casa. La lengua más hablada de América tras el español, pierde hablantes en Perú.

A lo largo del siglo XX el porcentaje de quechuahablantes no ha dejado de reducirse, y el último censo de 2007 solo el 13,2 por ciento de la población confesaba tener el quechua como primera lengua de comunicación. EFE

Pese a que se publique más que nunca, el gobierno lo enseñe en escuelas públicas y sea ahora posible encontrar una oferta de academias que enseñan esta lengua andina el quechua muere de vergüenza. Sus propios hablantes bajan la voz para admitir que conocen el idioma de los incas, y los niños se mofan de quienes no saben expresarse en castellano.

A lo largo del siglo XX el porcentaje de quechuahablantes no ha dejado de reducirse, y el último censo de 2007 solo el 13,2 por ciento de la población confesaba tener el quechua como primera lengua de comunicación.

El quechua se habla en Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina y Chile, pero es en Perú donde se concentra la mayor parte de sus usuarios (entre tres y cuatro millones), localizados en las regiones montañosas del centro y el sur del país, que también son las más pobres.
Quechua para expandir la religión
Fue la lengua que utilizaron los Incas para unificar su imperio, y la Iglesia Católica lo comprendió de inmediato: en su tarea evangelizadora, adoptó el quechua para expandir la religión y se debe a los curas católicos la publicación de los primeros diccionarios y gramáticas en esa lengua.

El declive del quechua comienza con la rebelión indigenista de Tupac Amaru, sofocada en 1781: tras aquella fecha, la Corona española comienza a reprimir al quechua, y las nuevas elites criollas, muy hispanizadas, no hacen mucho por mejorar el estatus de la lengua autóctona.

"Hay muy poca autoestima: el que habla quechua se avergüenza y cree que es mejor hablar castellano. Las muchachas llegadas a Lima de la montaña reniegan de su idioma", explica Demetrio Tupac Yupanqui, una autoridad reconocida en la preservación del quechua, tras dedicar toda una vida (y tiene más de ochenta años) a luchar por ella.

Marcial Mamani, un obrero de la construcción, tiene 37 años y es de los que no se avergüenza, pero cuenta su experiencia con sus hijos: "Yo les enseño a mis niños y me dicen: no me hables como los abuelos. No quieren aprender quechua, dicen que en la escuela se ríen de ellos".

Marcial vive y trabaja en Coparaque, un pueblito del Valle del Colca donde el quechua ha sido la lengua vehicular durante siglos pero se aprecia la fractura generacional: los ancianos hablan en quechua, los adultos alternan quechua y castellano y los niños que juegan en las calles ya no quieren hablar sino en español.

El Valle del Colca, donde llegan más de 100.000 turistas anuales, ha sabido mantener muchas de sus tradiciones en música o indumentarias, pero va perdiendo su lengua, y ni siquiera la Iglesia Católica, antaño gran difusora de esta lengua, ofrece ya sus misas en la lengua autóctona.

Pobladores de Ollantaytambo, participan en la ceremonia de la suscripción de la declaración de Ollantaytambo de la V Instancia Indígena Consultiva, hoy miércoles 15 de febrero. EFE

Las élites respetan el quechua

En Cabanaconde, una de las dos poblaciones principales del valle, el párroco es argentino, y solo cuando va a confesar a las viejitas solicita los servicios de un traductor quechua-castellano, como nos cuenta con orgullo el Hermano Néstor, que es quien escucha y traduce los secretos de las ancianas.

Podría decirse, paradójicamente, que el quechua gana respeto entre las elites que nunca lo hablaron, como quedó de manifiesto con la película peruana "La teta asustada", ganadora del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín y hablada en quechua y castellano.

Pero su protagonista, Magaly Solier, también cantante en la lengua andina, confesó que ella fue educada en castellano, y solo su empeño por aprender a cantar los "huaynos" andinos hizo que su madre aceptara enseñarle también el quechua.

Tupac Yupanqui ha tenido entre sus alumnos a Eliane Karp, esposa del ex presidente Alejandro Toledo, a la hija de Alberto Fujimori o al ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes, pero lamenta que el pueblo quechuahablante padezca de "muy baja autoestima".

El anciano ha traducido al quechua el Quijote, y ahora está enfrascado en un Tratado de Neuropsiquiatría encargado por una universidad estadounidense "para entender a los loquitos andinos" -bromea-, pero la realidad es que nadie consigue un trabajo si no domina el castellano.

El gobierno peruano ha hecho a su modo los deberes: ha capacitado con distintos cursos de lengua a funcionarios del ministerio de Justicia, de Agricultura o de la Mujer que vayan a servir en zonas andinas, al tiempo que ha implementado un programa de Educación Bilingüe Intercultural que enseña su lengua a más de 235.000 niños en la enseñanza primaria.

El director de este programa se llama Modesto Gálvez, quien reconoce que hay un movimiento incipiente entre las elites culturales para perder lo que él llama "la vergüenza lingüística", pero nada puede hacer contra la presión histórica, social, política y económica de la sociedad para castellanizar.

"El castellano tiene más prestigio social, es la lengua de la gente culta, y esto lleva a la marginación y exclusión de quien no lo habla bien", sostiene.

Es cierto que la cultura de las montañas peruanas ha invadido los "conos" (barrios periféricos) de Lima y ciertas fiestas y símbolos andinos están ahora presentes en la vida urbana, pero ello no ha ido acompañado por un resurgir de la lengua.

Modesto Gálvez lo resume de manera muy gráfica: "El quechua ha ido retrocediendo sin parar: primero de la calle a la casa, y después de la casa a la cocina".
Pese a que se publique más que nunca, el gobierno lo enseñe en escuelas públicas y sea ahora posible encontrar una oferta de academias que enseñan esta lengua andina el quechua muere de vergüenza. EFE
ACADEMIA MAYOR DE LA LENGUA QUECHUA
La AMLQ remite a la Ley No 25260 del seis de junio de 1990 por la cual "se crea la 'Academia Mayor de la Lengua Quechua' con sede en la ciudad de Cusco, cuya finalidad es velar por la pureza de la lengua quechua, apoyar la investigación lingüística y desarrollar la capacidad literaria del idioma, entre otras".[1] Al contrario de la práctica oficial de las instituciones educacionales como en la Educación Intercultural Bilingüe (EIB), la Academia Mayor de la Lengua Quechua sigue usando la versión del alfabeto quechua oficial peruano de 1976 con cinco vocales. Por eso, escribe Qosqo y no Qusqu para "Cusco". Según la AMLQ, por Resolución Presidencial No 001 del 12 de octubre de 1990 se "ratifica el Alfabeto Básico del Quechua Imperial de 1975 compuesto de 31 grafemas: cinco vocales y 26 consonantes para Qosqo-Puno"[cita requerida].



La AMLQ sostiene que el quechua es una sola lengua y que la variante del Cusco es la más "pura". Por otro lado afirma que respeta a las variantes regionales[

 Congresos Mundiales de Quechua


El Tercer Congreso Mundial de Quechua, Yuyayyaku Wawakuna, fue realizado en Salta en octubre de 2004, sus principales conclusiones fueron:



Será labor de la Academia y de sus filiales, valorar, rescatar y difundir la fonética y fonología originales, de los fitónimos, zoónimos, antropónimos y topónimos quechuas, coordinándose con las autoridades políticas y turísticas.

Recomendará a sus afiliados que difundan sus publicaciones relacionadas al idioma, para que la institución archive todas las obras como parte de su patrimonio.

Recomienda a la Academia una organización característica de la cultura andina. No utilizar los modelos de academias foráneas, y crear un modelo organizativo propio.

Se planificó un nuevo congreso en la ciudad de Arequipa, los días 7, 8, 9 y 10 De noviembre de 2006. ¿?



27 de mayo. Día de la lengua autóctona, QUECHUA: El día del primer idioma

Por Antonio Muñoz Monge

Una fecha olvidada. El pasado 27 de mayo se celebró el día de la lengua autóctona, una buena ocasión para reflexionar en torno a la situación del quechua en la actualidad.
Muchas de nuestras efemérides son tan solo referencias a un decreto ley que nos recuerda algún aniversario, a manera de un "saludo a la bandera" y a la postre un burocrático homenaje. Sin embargo, si calamos en alguna de ellas aflora un rico historial que no solo justifica recordarlas sinceramente, sino entrega la posibilidad de recrear momentos fundamentales en la identidad de los pueblos.
Es el caso del idioma quechua, nuestro idioma madre que, por Decreto Ley del 27 de mayo de 1975, fue reconocido como idioma oficial además del castellano. Reconocimiento tardío y también de coyuntura política.
Este pasado 27 de mayo pocos se acordaron de esta fecha y los comentarios alrededor de estos "olvidos" no se dejaron esperar en su manifiesto de variopinto pelaje de opiniones sobre la presencia del quechua en el Perú. Irónicamente, recordaba alguien, que en el último censo no se preguntó qué idioma hablábamos, dando por sentado que solo era el castellano.
El Censo Nacional de Población 1993 nos señalaba que solo el 16.5% de peruanos hablaban quechua, el 79.8 castellano, de un total de 22,048,356 habitantes. Muchas veces las cifras, los porcentajes fríos al señalar la intención estadística, distraen el meollo del verdadero problema.
Ese río subterráneo de millones de peruanos que piensan y hablan en quechua no está considerado en estos empadronamientos numéricos. " El número actual de hablantes del Quechua en todas sus variedades es cosa difícil de determinar en razón de que, habiéndose convertido en un idioma sin prestigio, socialmente desdeñado por ser propio de los sectores marginados de la población andina, sus usuarios tienden a negar su empleo entre los encuestadores en cuanto logran manejar, mal que bien, el Castellano. La cifra en todo caso, parece sobrepasar los siete millones de personas". La cita es de Alfredo Torero en su libro El Quechua y la Historia Social Andina. Agregaríamos que una lengua no es nunca una cifra, sino es vida, pensamiento, realización de la existencia. Por eso, es probable que más del 50 por ciento del país tenga alguna relación con esta lengua, si sumamos a los que tienen al quechua como lengua materna, a los que la han adquirido por transmisión oral y a los "mudos", que sabiendo el idioma, no lo hablan por el peso de las infinitas contradicciones sociales de nuestro país: un mecanismo de defensa para no seguir siendo marginados por los "otros".

Sobre este tema, el educador ya desaparecido Carlos Cueto Fernandini, escribía despejando ortodoxias: "Los problemas de la educación del aborigen peruano se refieren a la situación recíprocamente marginal en que viven, con respecto a la cultura, los grupos minoritarios de las elites y la población que mora en torno de las ciudades, en pequeñas aldeas y en el campo".
Una de las tablas de salvación para romper esa marginalidad es la escuela. " Uno de los grandes mitos contemporáneos de la cultura quechua es la escuela, mito del valer más a través de la educación, a través de la modernidad" ( Rodrigo Montoya, La Cultura Quechua Hoy). Sin embargo el sello de la "otra" cultura ha hecho del quechua un elemento que no conviene ni sirve para este "ascenso" a la escuela.
"Es prácticamente insignificante la acción cumplida por las escuelas para modificar en sentido profundo el alma de los individuos y para cambiar las condiciones sociales. La obra de la educación alcanza su finalidad real en la vida social del individuo. Implica una modificación total de las condiciones de vida del indígena. Es preciso modificar integralmente la sociedad en que él vive ", nos aclara el educador Carlos Cueto.
Lengua interior
En los momentos de gran euforia, alegría o tristeza, de plena comunicación, el hombre andino abre sus compuertas y nos habla en quechua. Cuántos millones de habitantes se levantan todos los días en esta Lima costeña y en todos los pueblos del país hablando y pensando en quechua, conversando con sus familiares en la intimidad del hogar, escuchando sus huaynos, cumpliendo sus tareas cotidianas, para luego salir a la gran ciudad del castellano y esconderse como un fantasma dentro de sí mismos.
Hace no mucho, un solitario alfabetizador llegado a una comunidad andina, quiso graficar su primera clase y dibujó en la precaria pizarra un perro (animal familiar en la comunidad) y luego escribió la palabra para deletrearla junto con sus alumnos y así aprenderla de memoria: pe - rro = perro. Satisfecho con su bien delineado dibujo y la palabra bien escrita, volteó ante sus alumnos y les preguntó eufórico: ¿qué dice? Todos, al momento, gritaron, "Allqu" (perro en quechua).
Fuente: El Comercio/Lista Interculturalidad










No hay comentarios: